Receta de Sandra Mangas en su libro Polos y Helados.
Con esta receta me despido para tomar unas pequeñas vacaciones de verano.....hasta pronto!
Para unos 6 polos de 70 ml.
INGREDIENTES:
Para elaborarlo en un cazo, ponemos el azúcar con la misma cantidad de agua (100 ml de agua + 100 gr de azúcar) y calentamos hasta que hierva dejándolo un par de minutos. Retiramos del fuego y lo dejamos enfriar reservándolo en el frigorífico hasta la hora de utilizarlo.
Hacemos el zumo de piña, si usáis piña natural, y mezclamos todos los ingredientes. Dejamos enfriar en el frigorífico al menos un par de horas.
Repartimos la mezcla en los moldes y llevamos al congelador. Pasada una hora ponemos los palitos y espolvoreamos coco rallado en cada molde. Dejamos al menos 24 horas antes de su consumo.
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Este verano hemos estrenado la silla hidráulica en la piscina, nuestro acceso adaptado para que MARCOS pueda salir de ella sin que sus padres se dejen la espalda en el intento.....
INGREDIENTES:
- 200 ml de zumo de piña (yo usé piña natural y la pasé por la licuadora)
- 100 ml de agua de coco (que no es lo mismo que leche de coco)
- 50 ml de ron (en la receta original usa ron sabor a coco)
- 100 ml de sirope simple (almíbar al 50%)
- coco rallado
Para elaborarlo en un cazo, ponemos el azúcar con la misma cantidad de agua (100 ml de agua + 100 gr de azúcar) y calentamos hasta que hierva dejándolo un par de minutos. Retiramos del fuego y lo dejamos enfriar reservándolo en el frigorífico hasta la hora de utilizarlo.
Hacemos el zumo de piña, si usáis piña natural, y mezclamos todos los ingredientes. Dejamos enfriar en el frigorífico al menos un par de horas.
Repartimos la mezcla en los moldes y llevamos al congelador. Pasada una hora ponemos los palitos y espolvoreamos coco rallado en cada molde. Dejamos al menos 24 horas antes de su consumo.
Este verano hemos estrenado la silla hidráulica en la piscina, nuestro acceso adaptado para que MARCOS pueda salir de ella sin que sus padres se dejen la espalda en el intento.....
Ya son muchos kilos y las escalerillas convencionales no nos servían, ya que su movilidad reducida y su poca estabilidad no son lo suficientemente eficaces para su uso normal; así que justo al acabar la temporada pasada nos pusimos en marcha y con la aprobación de la comunidad de propietarios de forma unánime conseguimos nuestro propósito. Estamos muy contentos y a MARCOS la salida del agua (que suele ser momento "cabreo monumental") se le hace hasta divertido, por lo menos hasta que se baja, ejem.
