Eso me ha pasado con la créme brûlée, me parecía que iban a salir unas natillas pero ha resultado una crema sedosa y deliciosa que junto al crujiente del azúcar tostado la hace inolvidable. Además esta receta es muy sencilla y sin necesidad de utensilios especiales. Tenéis que probarla.
Receta de María Lunarillos.
Para 4 remequines o flaneras:
INGREDIENTES:
- 4 yemas de huevo
- 60 gr de azúcar
- 250 gr de leche
- 200 gr de nata
- 1 cucharadita de pasta de vainilla
- Azúcar para caramelizar
- soplete o grill para tostar
Batimos con unas varillas de mano en un bol, las yemas de huevo con el azúcar hasta que blanqueen y doblen el volumen. En una jarra mezclamos la leche con la nata y la vainilla y agregamos a la mezcla de yemas sin dejar de batir.
Preparamos una fuente de horno en la que ponemos los 4 remequines o flaneras, las rellenamos con la mezcla. Dentro de la fuente echamos agua bien caliente hasta cubrir los remequines a la mitad para hornearlos al baño maría dentro del horno.
Horneamos unos 25-30 min.
Dejamos enfriar dentro de la fuente y una vez a temperatura ambiente las guardamos tapadas en el frigorífico al menos durante 3 horas (mejor de un día para otro)
A la hora de servir, espolvoreamos bien de azucara y tostamos con un soplete o en el horno con el grill.
Una autentica delicia.
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Dicen que los hermanos de niños con necesidades especiales son mas especiales aún, que maduran antes de tiempo y resultan muy responsables. Todo eso a primera vista es muy positivo, ¿pero que pasa cuando no es así?
En mi caso, Javi es muy infantil con 12 años. Es un chico muy reservado y poco hablador. Ahora que ha empezado la ESO, en cuanto tiene un momento de descanso con los estudios, canturrea por los pasillos y busca a MARCOS para jugar al escondite o hacerle cosquillas; otras veces si tiene la oportunidad coge el móvil, pero esa es otra historia ;)
Javi es casi tres años mayor que MARCOS y se acostumbró a él enseguida. Sin ningún tipo de celos o reclamo de atención. Sin muchas preguntas y sin darle demasiada importancia a su situación. También es verdad que yo me he intentado adelantar siempre a todo, y le he explicado desde el principio las cosas de manera que las entendiera como niño pequeño que era. Ha tenido tanta dosis de normalidad que no ve en su casa una situación muy diferente del resto. Para él es lo normal en su vida. Así ha resultado un niño sin preocupaciones, ansiedad o responsabilidad. De momento sólo es feliz y lo único que le preocupa es tener sus ratos para jugar a la PS3.
Egoistamente a mí me gustaría que fuera ese niño responsable y maduro al que no tuviera que llevar de la mano todo el tiempo, pero....... al final pienso que eso llegará en su momento y que cuando se suelte lo echare de menos. Las madres nos agobiamos mucho por todo pero no voy a adelantarme, voy a dejarle que llegue su momento y mientras tanto sólo preocuparme de que sea muy feliz. Te adoro Javi <3